Saloro se planteaba un proyecto minero que, por tratarse de una mina a cielo abierto, tenía connotaciones potencialmente conflictivas. Una vez que se demostró a Aleph que no había riesgo medioambiental definimos estrategias y acciones para los muy diversos grupos de interés: instituciones oficiales que deberían otorgar permisos, varios ayuntamientos involucrados, prensa local, vecinos y futuros trabajadores de la mina. Desde Aleph lanzamos acciones para cada uno de los grupos: organizamos eventos con alcaldes y autoridades regionales, publicamos artículos en prensa nacional, diseñamos e imprimimos folletos didácticos para los vecinos, se hizo un blog y se trabajaron las redes sociales a fin de explicar las ventajas y desarticular los argumentos de grupos que se oponían al proyecto.
El resultado de la campaña fue un éxito ya que tanto las autoridades como el vecindario apoyaron el proyecto, se recibieron las autorizaciones pertinentes y se logró abrir la mina según los planificado.
